De Marks & Spencer al hermoso jardín botánico de Kew y a trabajar a dos pasos del "hogar del rugby" de Inglaterra...

Bally Gill, aparejador en prácticas, Mánchester, Reino Unido
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Tras pasar de los pasillos de los supermercados a la venta minorista y luego como proveedor de piezas de automóviles, la vida de Bally cambió gracias a una formación con ISG en Temperate House –el magnífico invernadero del jardín botánico de Kew en Londres, Reino Unido– y al mundo del aparejador.

Bally nunca había considerado la construcción como un sector en el que labrarse un futuro, pero con su periodo de prácticas en ISG se dio cuenta de que la profesión de aparejador encajaba a la perfección con sus destrezas matemáticas. Ahora, mientras trabaja para obtener su titulación, la oportunidad de aprender, y ganarse la vida, con ISG significa que va un paso por delante.

«Para cuando llegué a la parte del proyecto universitario que era relevante en mi trabajo diario, tenía tanta experiencia en el tema que lo bordé», dice Bally. «Ha resultado mucho más fácil porque estoy rodeado de personas con experiencia que comparten conocimientos conmigo todos los días».

No solo eso, el paraíso botánico de Kew y la Universidad Richmond upon Thames –un nuevo centro de aprendizaje futurista en el que ahora reside, situado al lado de Twickenham, el "hogar del rugby" de Inglaterra– también han sacado a Bally del entorno tradicional de oficina. Al principio no lo sabía, pero ISG y la construcción cumplieron todas sus expectativas. 

Bally Gill

Bally no estaba interesado en el horizonte universitario tras graduarse en el instituto.  Después de trabajar en el ámbito del comercio minorista por poco tiempo, le llegó la inspiración para encontrar su trayectoria profesional ideal.

«Al acabar el instituto tuve todo tipo de trabajos: comercio minorista, Marks & Spencer, actividades benéficas e incluso una empresa de piezas para automóviles», nos relata.  «Poco tiempo después me di cuenta de que necesitaba emprender una carrera y comenzar un nuevo reto».

«Disfruto cada día porque sé que estoy trabajando por algo.  Estoy centrado en obtener mi titulación y después en seguir avanzando como aparejador».

Bally Gill, aparejador en prácticas

Con un espíritu renovado en su andadura, Bally comenzó a buscar formaciones en línea y se topó con unas prácticas de Gestión de empresas en K-10. Cuando su candidatura fue aceptada, empezó a estudiar y aprender su oficio como aparejador en prácticas en el Real Jardín Botánico de Kew en Londres (Reino Unido), donde ISG estaba restaurando el invernadero victoriano más grande del mundo: el histórico Temperate House.

Bally se muestra gratamente sincero acerca de cómo se encontró en la construcción, reconociendo que su carrera profesional se materializó tanto por tener suerte como por el diseño.  «Cuando estaba solicitando las prácticas no sabía mucho acerca de la profesión de aparejador y no había pensado en la construcción como un sector para comenzar a trabajar», afirma. «Una vez que conocí más a fondo la actividad, me di cuenta de que encajaba perfectamente con mi conjunto de destrezas: siempre he sido bueno con los números y las cifras».

Para Bally, el proyecto de Temperate House supuso un camino de aprendizaje lleno de curvas. «Fue un proyecto tan complejo y surgieron tantos desafíos, pero fue un excelente punto de partida para aprender», explica.

«Temperate House fue único: me tiraron a la piscina, así que aprendí rápidamente en el trabajo. Una situación exigente, pero también una experiencia de aprendizaje increíble».

«Retos aparte, no se puede superar el hecho de tener todos los días como oficina el jardín botánico de Kew. Allí también contamos con un gran equipo».

Bally Gill

Las prácticas en K-10 llevaron a Bally a unirse a ISG a jornada completa, aprendiendo su oficio mientras estudiaba para obtener su titulación, y gracias a eso va un paso por delante.

«Para cuando llegué a la parte del proyecto universitario que era relevante en mi trabajo diario, tenía tanta experiencia en el tema que lo bordé», dice Bally. «Ha resultado mucho más fácil porque estoy rodeado de personas con experiencia que comparten conocimientos conmigo todos los días».  

Ahora trabaja en otro entorno envidiable, la Universidad Richmond upon Thames, situada a dos pasos de Twickenham, el "hogar del rugby" de Inglaterra.

Bally Gill

Bally es más de fútbol que de rugby, pero desde que está en la universidad, sus capacidades y comprensión del entorno de la construcción han ido consolidándose. «Se me ha dado mucha responsabilidad y se confía en mí para trabajar de forma independiente, así que realmente he adquirido más confianza desde que estoy aquí», comenta. «Ayuda el hecho de estar expuesto a personas con experiencia en el negocio que dan un gran ejemplo».

«Para ser alguien que no sabía nada sobre construcción, he aprendido mucho desde que empecé a trabajar», prosigue Bally.  «Ahora sé cómo se ejecuta un proyecto desde la construcción previa hasta la entrega final, y definitivamente puedo verme gestionando todo el proceso en un futuro. Lo disfruto porque puedes progresar muy rápido gracias a la experiencia en el trabajo y se te recompensa por hacerlo bien».

Bally afirma que las personas de su entorno han sido fundamentales para su evolución. «Las personas que me han enseñado la profesión han sido fantásticas», dice. «Soy una persona que pregunta y ellos siempre tienen tiempo para responderme y compartir sus experiencias. Nunca me he acomodado porque si no, no podría haber hecho lo que necesitaba hacer para aprender».

«Jamás había pensado en la construcción como un sector para comenzar a trabajar. Cuando conocí más a fondo la actividad, me di cuenta de que encajaba perfectamente con mi conjunto de destrezas».

Bally Gill, aparejador en prácticas

La experiencia de aprendizaje de Bally le ha llevado enfrascarse en la cultura #TeamISG y en los valores de la empresa, dando vida al valor de "cuidar siempre" de ISG al apoyar a nuevos aprendices a medida que inician sus propios caminos, y a organizar un torneo de fútbol en Londres que recaudó más de 400 £ para obras de benéficas, integrando a subcontratistas y al personal de ISG en el proceso.

¿Qué le depara el futuro?  

Bally concluye diciendo que: «Disfruto cada día porque sé que estoy trabajando por algo. Estoy centrado en obtener mi titulación y después en seguir avanzando como aparejador».

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